Más allá de las diversas mitologías creacionistas que las religiones puedan ofrecerte, o de los preceptos morales con los que dirijas tu vida, el sexo es lo que ha caracterizado la estabilidad y la vitalidad del sistema creacionista en el mundo, no ha funcionado solo para la humanidad, también ha sido beneficioso para el mundo animal. La sexualidad es parte integral de la personalidad de los seres vivos, su desarrollo pleno depende de la satisfacción de las necesidades básicas como el deseo de contacto, intimidad, expresión emocional, placer, ternura y amor. La sexualidad se construye a través de la interacción entre el individuo y las estructuras sociales, el desarrollo pleno de la misma es esencial para el bienestar individual, interpersonal y social.
El ejercicio de la sexualidad humana como medio de disfrute, goce, amor y afecto característico de la especie humana, es el resultado de la interacción de los factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. La sexualidad es un aspecto de nuestras vidas que a lo largo de la historia ha recibido un trato variable en función de la época y de las corrientes de pensamiento imperantes. Una variedad de prácticas sexuales han sido prohibidas y censuradas, e incluso el deseo y los placeres innatos de la feminidad han sido minusvalorados y olvidados durante siglos. Lo mismo ha ocurrido con todas las orientaciones sexuales que se diferencian de la heterosexualidad, las cuales han sido incluso perseguidas. Afortunadamente, en la actualidad vivimos en una etapa en que, al menos en una parte del mundo, existe un elevado nivel de libertad sexual, engendrando y reproduciendo los diferentes modos para disfrutar de nuestra sensualidad y sexualidad.
Las feministas modernas aseguran que los senos no deben ser sexualizados y que es un error que el cuerpo de las mujeres esté tan cosificado, pero estas acusaciones no tienen sentido y va contra natura. El cuerpo humano, en su esencia natural, es una gran fuente de erotismo y sexualidad, nuestro deber como seres sanos y libres, debería enfocarse en romper los paradigmas sociales que generalmente son impuestas de manera dictatorial por la religión organizada, la educación con principios retrogradas y los movimientos conservadores. Debemos dejarnos arropar por nuestra naturaleza, experimentando con nuestras pasiones y deseos personales, la tendencia sexual en el ser humano no es algo impuesto, sino una orientación e inclinación de la humanidad estrechamente ligada a su esencia conductual. La tendencia sexual es una. La tendencia sexual es una orientación natural y congénita, según la cual el ser humano va desarrollándose y perfeccionándose interiormente; por consiguiente, satanizar algo innato en nosotros como la vida misma es un error imperdonable.
El ser humano debería determinar su apetito sexual él mismo, se decide y toma la responsabilidad; es ahí donde la libertad humana coincide con la tendencia. Las tendencias sexuales son la fuente de lo que sucede en el ser humano, de los diversos acontecimientos que tienen lugar en su vida sensorial y afectiva sin la participación de la voluntad de un tercero. La sexualidad humana es una dimensión fundamental de la humanidad, porque es necesaria para identificarlo como tal, ya que está íntimamente relacionada con la afectividad, la capacidad de amar y la aptitud para relacionarse con los demás. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) la sexualidad humana se define como:
Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales.
La sexualidad está vinculada orgánicamente a la personalidad, es vida, placer, descubrimiento, está ligada, además, al renacimiento, al desarrollo personal, a lo interaccional, a lo lúdico, a lo comunicacional, a lo nuevo, a la magia, a la belleza, a la naturaleza, al amor y a la salud. Quizá una buena terapia de experimentación sexual sea todo lo que necesitan las feministas modernas, los religiosos, los retrogradas y los movimientos conservadores, que en conjunto y de manera individual entorpecen el desarrollo orgánico de la naturaleza humana.
Tal vez pueda ayudar bastante un poco de sexo oral lésbico, pero no hablamos del miserable tradicionalismo de lengüetazos y besitos, no se trata de solamente de usar la boca. También debes usar los dientes, incluso la nariz, las mejillas, el mentón, todo tu cuerpo debe participar, el cuello que aprieta, las manos que acarician, los hombros que sostienen. Es importante encontrar la manera de lamer y respirar sin perder el ritmo ni la fuerza del lamido, debes ejercitarte conteniendo la respiración bajo el agua, bajo la almohada o practicando alguna rutina cardiovascular. Quizá lo mejor es aprender a respirar con cualquier otra parte del cuerpo, por ejemplo los hombros, los glúteos o las caderas; con el tiempo y con la práctica cotidiana de chupetearla hasta que salga sidra, es muy probable que te salgan branquias o simplemente toda esa tontería de respirar ya no interese mucho.
Pero si el par de muslos enroscados en tu cuerpo como una bufanda no te deja escuchar una mierda, ni te permiten disfrutar de los gemidos ni las plegarias que la compañera comienza a recitar, recomendamos que cambies el foco de atención y percibas cada uno de los movimientos de la pelvis, la presión de los muslos y la humedad. El orgasmo más profundo y convulsivo es como la caída del patriarcado, tarda mucho en llegar o tal vez nunca llegue, pero el proceso para conseguirlo es demasiado placentero. Ante cualquier humedad prominente o squirt, no se pregunte nada, trague con tranquilidad y mucha confianza, los fluidos vaginales de una lesbiana excitada son apetitosos, y colmados de calorías, electrolitos y nutrientes. Las personas deberían considerar las sesiones de sexo oral lésbico en caso de hambrunas, guerras o catástrofes, sobre todo en lugares como Venezuela y África. No importa lo que digan, trague y sea golosa.
Si no está conforme, y quiere añadir una o varias cosas para condimentar la experiencia, puede empezar por follar en algún sitio público, pero si desea evitar problemas con la ley por usar la intemperie como par de perros calenturientos, bien puede invitar algunos de sus amigos cercanos a su casa para que los vea con lentes 3D y palomitas de maíz. El voyeurismo es una conducta común del comportamiento humano, ¿quién no ha sentido curiosidad de observar a los demás durante el acto sexual? El voyeurista siente placer sexual al ver gente desnuda, en ropa interior o fornicando; ¿y quién no? Es esa intrusión en la intimidad lo que produce placer, es una fantasía muy extendida que no se limita sólo a la sexualidad.
Tampoco debes limitarte, puedes aprovechar a los espectadores voyeuristas para que se unan e interactúen con un “intercambio de parejas”. No tienes que avergonzarte por ser una “pareja liberal”, el reconocimiento y aceptación de la ampliación del horizonte sexual de la pareja debe ser normalizada; experimentar con los seductores placeres del swinging, incluyen un amplio rango de actividades eróticas y sexuales realizadas entre una pareja o más personas. Bien puedes practicar sexo con tu pareja mientras un tercero o más personas observan, en el mismo lugar de fornicación puedes estar en compañía de otras parejas teniendo sexo. No debes inhibirte, atrévete a besar, acariciar y practicar sexo oral con una tercera o cuarta persona, practicar la penetración con alguna persona además de tu pareja, incluso puedes comerle el ano a esa tercera persona excepto si no se ha duchado, por lo cual podremos obviar esto. Aunque si apruebas la coprofagía, dale rienda al desenfreno. Solo debes comprender una serie de pautas, debes usar siempre condón, mediante leves caricias en zonas no erógenas demostraras tu intención de algún acercamiento sexual; si estas son permitidas, se entiende el consentimiento tácito para continuar. Y la mas importante: “no es no”, el rechazo a una proposición sexual no requiere justificación y debe ser siempre respetada.
Si los acercamientos eróticos durante las interacciones swinger te despiertan un apetito por relacionarte de manera afectiva con tus compañeros sexuales, pero no deseas dejar abandonado a tu pareja, recuerda que puedes amar a varias personas a la vez, de forma consensuada, consciente y ética. Aquellos que defienden el polyamory o poliamoría consideran que el amor no tiene que estar restringido, porque si quieres a alguien deseas lo mejor para esa persona y eso incluye poder ampliar su vida amorosa y sentimental. La única condición es el amor entre las personas y la aceptación de la relación por parte de todas ellas. No debes preocuparte por los compromisos acuñados por las sociedades, en esta cultura no se hace énfasis en el matrimonio y la posibilidad de tener varios amantes no se limita a uno de los géneros ni a una sola persona dentro de la relación. No hay una estructura típica, puedes tener dos amantes estables que no estén con nadie más, o tres amantes que a su vez tengan otros amantes, o dos amantes como relación principal y otro como relación secundaria, o ser bisexual y tener amantes de dos géneros, o estar en un trío en el que todos sean amantes de todos y a la vez tengan relaciones esporádicas.
Sea cual sea la estructura, lo importante es que funcione y que sea un convenio con sinceridad y respeto. Aparte del gran bienestar que supone recibir cariño, amor y sexo de más de una persona, denota una gran ventaja este tipo de relaciones porque pasas de tener una relación íntima a tener una red de relaciones íntimas, hay muchas más personas para apoyarse mutuamente y echar una mano cuando haga falta.
El amor y el sexo deben ser libres, sin restricciones, y experimentarse mucho más allá de las condiciones morales que rigen la sociedad, no debes estar obligado a considerar las nupcias si no lo deseas, eres libre de rechazar el matrimonio, y si lo valoras como una forma de esclavitud social, no te sientas mal al pensarlo, tampoco es una teoría desequilibrada. Asimismo, los asuntos sexuales como el matrimonio, el control de la natalidad, y el adulterio, no deben ser una obligación del Estado. Esas decisiones son asuntos de las personas involucradas, y nadie más. El amor libre refleja una filosofía civil redentora que busca la libertad de la regulación estatal y de la interferencia de la Iglesia en las relaciones personales; una vida guiada por las tradiciones del amor libre fortalece la autodeterminación de los individuos.
Las uniones libres entre adultos son relaciones legítimas que deben ser respetadas por todas las partes mientras estén en nexos emocionales o sexuales. Además, tanto hombres como mujeres tienen derecho a los placeres que esto conlleva. El imaginario popular asocia la frase “amor libre” con la promiscuidad, por el contrario, este movimiento argumenta que las relaciones amorosas libres no deben ser reguladas por la ley.
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