Fetiche: Mi primera vez y la enfermera sexy - Nekromorty

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domingo, 6 de septiembre de 2020

Fetiche: Mi primera vez y la enfermera sexy


A los 21 años tuve mi primera experiencia sexual. Ocurrió durante una fiesta de carnaval en la casa de unos vecinos, a donde asistimos mi madre, mi hermano menor y yo. Habían algunas mujeres atractivas que ya sobrepasaban la treintena, y algunos hombres gay.

Ya la mayoría se encontraba bajo los efectos del alcohol. Era una fiesta de disfraces, yo no llevaba ninguno, pero siendo yo un tierno "eyecandy" no pude evitar llamar la atención y despertar la lascivia de algunos de los invitados, en especial la de una mujer de tez muy blanca y de esbelta figura que apodaban curiosamente "La Poderosa". Ella llevaba un disfraz de enfermera sexy con un escote pronunciado, su minifalda dejaba ver un par de hermosas y contorneadas piernas. La visión me produjo una erección inmediata y me dije a mi mismo que no podía irme de allí sin antes habermela follado.

Mi madre y mi hermano se fueron más temprano, y yo decidí quedarme. Ya "La Poderosa", quien también deseaba lo mismo que yo, me había persuadido para que así lo hiciera. El resto de invitados se despidió apenas entrada la madrugada. Eran las tres de la mañana cuando la enfermera sexy y yo nos metimos a una de las habitaciones. Dos de los hombres gays de la fiesta dormían allí acostados en colchonetas.

La mujer me invitó a subirme con ella a la cama donde ya se hallaba acostada, desnuda y horny. Al tratarse de mi primer encuentro sexual, básicamente lo que hice fue imitar todo lo que había visto en las películas pornográficas. Estando algo borracho, presa de los nervios, me costó trabajo eyacular, y eso terminó por frustrarme un poco. De igual forma follamos hasta el amanecer. Luego de eso, no volví a saber de ella, no volví a ver a "La Poderosa", pero pude cumplir, en mi primera vez, la fantasía con la que muchos hombres solo sueñan.

El estereotipo de la enfermera sexy:

Este estereotipo ha sido recurrente en la cultura popular desde hace ya varias décadas. En el filme de 1967, "Carry on Doctor", la actriz Barbara Windsor interpreta a una enfermera que lleva un sexy y sugerente atuendo. Cinco años más tarde, en 1972, el estereotipo regresaría a las pantallas de cine, gracias a la célebre película "Deep Throat", en la que la protagonista, al tener el clítoris en la garganta (debido a una mal formación genética), solo puede ser estimulada vía sexo oral. Desde entonces, el estereotipo ha sido sobrerepresentado en la industria pornográfica, siendo una de las categorías que cuenta con la mayor cantidad de adeptos.

El fetiche y la sexualización del estereotipo:

¿Cuales serán las razones por las que se ha fetichizado este estereotipo y por las que tantos hombres fantasean con la atención y el cuidado de una sexy enfermera? Se pueden mencionar antecedentes históricos. Por ejemplo, durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, eran las enfermeras de los hospitales militares, las que en la mayoría de los casos, tenían contacto con los hombres que estaban al frente de batalla, pudiendo producirse el llamado "Efecto Nightingale", en el que las enfermeras desarrollan conexiones sentimentales y sexuales con sus pacientes. Pero pudieran haber también razones biológicas. De acuerdo a un artículo publicado en el website Fatherly, la sexualización de quienes proveen ciertas atenciones médicas es un indicativo del deseo masculino por el confort y el cuidado.

"Los hombres, en nuestra cultura, son considerados los protectores, por eso llegan a desarrollar una profunda necesidad de ellos mismos ser cuidados y protegidos", dice Katie Ziskind, terapeuta familiar y matrimonial. "Si el hombre no suple esas necesidades en el hogar se sentirá atraído por una enfermera que si le ayudará a suplirlas", añadió.

Más allá del aspecto sexual o de la atracción meramente física, el hombre podría sentirse atraído también por algunas cualidades de la personalidad, como la bondad, la dedicación y la confidencialidad que ella le ofrece. Por lo que hay algo indudablemente maternal en todo este asunto.

Sea como sea, el estereotipo persiste hoy día, y como todo estereotipo tiende a reforzarse cada cierto tiempo. Como fetiche, puede y debe ser disfrutado sanamente, sin hacer daño a segundos o a terceros, y en este caso, sin irrespetar el trabajo de estas profesionales de la salud. Eso es la más importante a ser tomado en cuenta.

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