Ningún poeta maldito está comprometido a ceñirse con el idealismo pesimista, y aquellos que merodean entre el romanticismo y el amor se niegan a perpetuar utopías irrealizables, realmente nada es perfecto y todo lo demás no significa nada, solo importa escribir nuestra propia aventura justo aquí, solo entre nosotros. Que nada nos paralice; dibujemos nuestro rostro sobre el corazón del otro.
Siempre me ha encantado la manera en como nos percibimos cuando estamos juntos, ¿y sí solo nos enfocamos en este momento? Disfrutemos cada segundo como si fuera el ultimo, cada instante vivido a tu lado es irrepetible, todo lo experimentado contigo es la única oportunidad que he tenido en mi vida para sentirme en armonía, y no quiero desperdiciar nada.
Viajé durante toda mi vida hacia ningún lugar, y lo único valioso que aprendí durante esta travesía, fue comprender que todos los caminos, bulevares y veredas dentro del amor me guían hacia a ti, al final del recorrido ansiaré que la punta de tus dedos delineen tu nombre sobre mi alma, y si en algún momento Leviatán me arrastra hasta las profundidades de las tinieblas, tus ojos servirán de farolas que iluminaran toda mi ruta de escape.
A pesar de todo, en algún momento sentí el contoneo de mis piernas recorriendo el delgado borde en lo alto del rascacielos, anhelaba volar hasta el aposento de Morfeo y no despertar jamas, necesitaba un milagro y apareciste, como un arcángel entre lo espantoso de mi ser, andaba perdido y encontré mi camino entre la melodía de tu voz, eres la paz y el deseo de superación que estremece mi corazón.
Cuando estoy contigo en el vetusto universo infinito, el infierno se transfigura en el mas dulce de los paraísos, tengo el anhelo de estar a tu lado como jamas estuvimos, juntos por siempre. Y mas allá del sueño, nos adoraremos de nuevo como un par de desconocidos que jamas se enamoraron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario