Soy un muchacho de 24 años de edad. Esta noche llevé a mi hermana pequeña de 11 años a comprar algo de comida para llevar. Al final decidimos no ir a casa a comerla. En vez de eso, optamos por conducir hasta un lago local para comer allí. Era medianoche y a pesar de encontrarnos en una avenida principal, no había gente alrededor.
Cuando nos detuvimos en el estacionamiento, nos dimos cuenta de un hombre de aspecto espeluznante que estaba allí de pie, sin ningún propósito en concreto. Permanecimos dentro del carro y cerramos las puertas. Él simplemente se quedó allí y nos miró fijamente durante unos 15 minutos, antes de pasar muy lentamente por mi coche, observando a mi hermanita todo el tiempo, sin interrumpir el contacto visual. Anduvo hasta el final de mi vehículo, se detuvo y volvió a mirar antes de girarse y caminar hacia la pequeña construcción con inodoros públicos, que se hallaba a unos 20 metros.
Yo listo para irme, aunque nos habríamos sentido más cómodos si hubiéramos tenido la certeza de que él no estaba tan cerca. Mientras terminábamos nuestras comidas, vigilé dónde estaba el desconocido. Lo vi vagando alrededor del bloque de los inodoros, seguía mirándonos. Por un segundo vi hacia otra parte, y cuando miré hacia atrás de nuevo él se había ido. O eso fue lo que creí…
Al seguir mirando hacia donde lo vi por última vez, noté que en realidad había entrado en los baños de las mujeres y había cerrado la puerta detrás de él. De vez en cuando, abría la puerta lo suficiente como para poder mirar hacia donde estaba mi coche, como si estuviera comprobando que todavía seguíamos ahí, esperando que uno de nosotros fuera a usar el baño. Yo estaba a punto de intentarlo.
Quise llamar a la policía para denunciarlo pero mi teléfono se había quedado sin batería. Habría podido marcharme mientras él estaba allí de todos modos, pero no quería que nadie más entrara y se topara con este bicho raro, o peor, resultara lastimado si realmente se trataba de alguien peligroso. (A estas alturas, REALMENTE tenía que orinar).
El extraño continuó abriendo y cerrando la puerta para mirarnos durante otros 45 minutos antes de que, finalmente, pasara por ahí un grupo de hombres mayores. Decidí no salir de mi auto, pero en vez de eso conduje para acercarme hasta donde estaba el grupo, con el fin de explicarles lo que estaba pasando y pedirles que llamaran a la policía para denunciarlo por comportamiento sospechosa.
Poco después de que moviera mi auto él ya no podía vernos. Salió de los baños y se dio cuenta de que ahora estábamos en el lado opuesto del estacionamiento. Caminó directamente hacia nosotros, se detuvo en la parte delantera de mi auto y se quedó mirándonos fijamente, hasta que notó al grupo de hombres. Sobresaltado, se dio la vuelta y echó a correr. Creo que nunca sabremos cuales eran sus intenciones.
Fuente: Mis Cuentos De Terror
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