Cada 31 de octubre está más extendida en todo el mundo la celebración de Halloween. Pero esta siniestra –y lúdica– festividad cuenta con toda una serie de curiosidades que desconocías…
- Una tradición arraigada entre las escocesas consistía en poder ver el rostro de su futuro marido en el espejo si colgaban sábanas mojadas frente al fuego la noche de Halloween. Otra versión es que las jóvenes pelan una manzana frente al espejo, alumbradas únicamente con la luz de una vela: si logran pelarla en una única tira, el espejo les mostrará a su futuro esposo.
- Las primeras calabazas de Halloween eran nabos. Los druidas portaban un gran nabo hueco al que habían esculpido un rostro en su parte frontal y que llevaba una vela encendida a modo de linterna, para representar al espíritu maligno del que debían obtener poder y conocimiento, un “espíritu familiar”. Cuando esta tradición llegó al Nuevo Mundo, no había nabos, pero sí un vegetal nativo con excedente: La calabaza.
- Los jóvenes estadounidenses suelen acudir a scary farms o “granjas terroríficas”, grandes espacios donde se crean escenas especiales como si se tratase de platós de rodaje.
- El miedo al Halloween existe, y está catalogado dentro de las patologías psiquiátricas: Samhaimnofobia.
- Según un estudio realizado en por la empresa The Harris Poll en 2014, un 42% de los estadounidense cree en fantasmas, cifra que aumenta hasta el 52% en Gran Bretaña. No es raro que Halloween sea para ellos una festividad especial.
El miedo al Halloween es una patología catalogada como: La Samhaimnofobia.
- Las películas de terror son, claro, las preferidas para estas fechas. Según un estudio realizado por la Universidad de Westminster (Reino Unido), el visionado de este tipo de películas puede hacernos quemar cerca de 200. Según la compañía de distribución Lovefilm, la cinta que consigue que un espectador quema más calorías –hasta 184– es El Resplandor, dirigida en 1980 por Stanley Kubrick y protagonizada por un desatado Jack Nicholson.
- Salem (Massachusetts) y Anoka (Minnesota) tienen el dudoso privilegio de ser consideradas capitales mundiales de Halloween.
- En Japón Halloween es más picantón; orientado principalmente a los adultos, los bares o clubes suelen organizar celebraciones en las que se combina lo terrorífico con lo erótico, con disfraces un tanto extravagantes.
- Los druidas pensaban que los gatos negros eran seres humanos reencarnados y que el sacerdote tenía la habilidad de adivinar el futuro a través de ellos. De aquel tiempo parte la superstición que acompaña al desdichado minino: Si alguno se cruzaba en el camino de una persona, significaba que podía poseerla, un mal augurio.
- La costumbre de la burla –Trick– en Halloween, está relacionada de nuevo con la creencia de que los espíritus y las brujas hacían un daño esa noche especial desde tiempos pretéritos. Por ello, se creía que si el vivo no proveía comida o dulces –treats– a los espíritus, entonces éstos se burlaban de él. La gente creía que si no se honraba a los espíritus, podrían sucederles terribles desgracias; asimismo, los druidas pensaban que al fracasar adorando al Señor de la Muerte sufrirían desastrosas consecuencias.
Fuente: Espacio Misterio
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