Rodney Alcala fue un genio psicópata que asesinó a cuatro mujeres y a una niña de doce años. No obstante, algunos expertos creen que en verdad llegó a matar a unas 130 mujeres. Fotógrafo y artista, Rodney fue conocido como el “Dating Game Killer” por aparecer en un famoso show televisivo: The Dating Game.
Rodney James Alcalá nació un 23 de agosto de 1943 en San Antonio, Texas. Cuando tenía 12 años, su padre lo abandonó y, cinco años después, Rodney se inscribió en el Ejército de los Estados Unidos, desempeñándose como secretario.
Allí los test psicológicos mostraron que Rodney tenía la inteligencia de un genio (con un IQ entre 160 y 170), sin embargo esa brillantez intelectual estaba, como suele suceder, acompañada de anomalías que, en su caso, eran el trastorno de personalidad límite, el narcisismo, el “trastorno antisocial de personalidad” (gracias al cual nunca se integró bien con sus compañeros) y ciertas crisis que desembocaron en el hecho de que, pasados tres años en la milicia, Rodney fuese dado de baja por sufrir varios “ataques de nervios”.
Después de haber salido del Ejército, Rodney se metió a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), donde terminó graduándose en 1968.
Violando a una niña de ocho años:
Fue ese mismo año de 1968 cuando Rodney cometió su primer crimen. Se trataba de Tali Shaphiro, una niña de apenas ocho años de edad que fue abordada por Rodney mientras se dirigía a la escuela.
Tras secuestrarla, Rodney la llevó a su apartamento y allí la golpeó, la violó e intentó estrangularla con una barra metálica de 4kg. La niña habría muerto si no fuese porque, cuando Rodney la subió al coche, un automovilista lo vio y posteriormente contactó a la Policía, posibilitando así que los agentes irrumpieran a patadas en el apartamento del monstruo, hallando a la pequeña Tali tirada en el suelo de la cocina, casi sin poder respirar y rodeada por un charco de sangre. Sin embargo no encontraron a Alcala, ya que éste se había escapado velozmente por la puerta trasera.
Todo lo que encontraron fueron abundantes fotografías, muchas de ellas de mujeres jóvenes. Alcala había huido y en poco tiempo estaría en New York, donde se matricularía (con los nombres de “John Berger” y “John Burger”) en la NYU Film School y estudiaría Cine con el afamado Roman Polanski.
El primer asesinato:
Fue el 12 de junio de 1971 cuando Rodney, supuestamente con el pretexto de ayudar a cargar cosas en la reciente mudanza, entró en el apartamento de Cornelia Michael Crilley de 23 años. Una vez adentro la violó y la estranguló con sus propias medias de nylon.
En el momento la Policía sospechó de Leon Borstein, el novio de Cornelia. Gracias a eso Alcala pudo librarse una vez más, tomando después (bajo el nombre de John Berger) un trabajo en un campamento cerca del lago New Hampshire Sunapee.
Pero el tiempo de tranquilidad de Rodney duró poco, ya que el FBI lo había puesto entre los diez más buscados y, mientras trabajaba en el campamento, dos chicas adolescentes se dieron cuenta de que el guía John Berger se parecía demasiado al criminal Rodney Alcala, presente en el cartel de los “Most Wanted” del FBI.
Fue así que arrestaron a Rodney por violar a Thali, aunque las leyes de California eran muy blandas en ese entonces, ya que ponían énfasis en la rehabilitación de los delincuentes sexuales en lugar de darles su merecido, por lo que Rodney apenas estuvo 34 meses, obteniendo finalmente una libertad condicional que rompió con su siguiente crimen.
Besos y marihuana con una chica de 13 años:
El deseo por gozar de una presa joven tenía mucha fuerza en Rodney, lo cual lo condujo a aprovechar su libertad condicional para secuestrar a una chica de 13 años (conocida con el pseudónimo de “Julie J.”) en Huntington Beach.
Así, Rodney aprovechó que la chica esperaba el autobús escolar para ofrecerle un viaje más rápido en su vehículo; pero, en lugar de llevarla a la escuela, la llevó a la playa de Bolsa Chica, donde la hizo ir hasta los acantilados para, una vez allí, besuquearla y forzarla a fumar marihuana.
Mas la chica logró efectuar una llamada de emergencia en un momento de distracción por parte de Rodney, consiguiendo con ello que los policías llegaran a tiempo para salvarla de fumar más marihuana y, quizá, terminar compartiendo algo más que besos con su abusador.
El caso de Ellen Hover:
Ellen Hover tenía 23 años y era hija de Herman Hover, dueño de Ciro, un prestigioso club nocturno de Hollywood. Sucedió así que, tras cumplir su breve condena por el episodio con Julie J., en el verano de 1977 Rodney aprovechó su libertad condicional para supuestamente visitar a sus familiares en Nueva York.
La realidad fue otra y el 15 de julio de 1977 fue el último día en que Ellen Hover fue vista. Según reveló su agenda, aquel día ella tenía planificada una cita con un tal John Berger…
Ante lo sucedido el padrastro de Ellen contrató a un detective privado y la familia de la chica pagó un anuncio en el New York Times, dentro del cual se solicitaba información sobre el tal John Berger…
Por su parte, para Rodney Alcala fue suficiente con adoptar su verdadero nombre y, tras dejar de llamarse “John Berger”, entrar a trabajar como tipógrafo en el periódico Los Angeles Times.
Entrevista con el FBI en medio de dos asesinatos:
Jill Barcomb era una fugitiva originaria de Brooklyn, perteneciente a una familia de once hijos y ex voluntaria de hospital y trompetista de su escuela secundaria. Ella fue recogida por Rodney en el Sunset Boulevard.
Jamás imaginó que aquel desconocido sería el responsable de que el 10 de noviembre de ese mismo año ella apareciera en medio de un terroso camino: desnuda, arrodillada (como si el cadáver hubiese sido intencionalmente puesto de ese modo), con la mitad superior de la cabeza aplastada por una gran roca, con una mordedura en el pezón derecho, graves lesiones anales (indicio de abuso sexual) y signos de haber sido estrangulada con un cinturón, con sus medias nilón y con sus propios pantalones. A esos macabros escombros había sido reducida Jill, una chica que apenas media cinco pies de altura (152.40 cm).
Entretanto el anuncio del NYT sobre John Berger no estaba dando resultados: nadie había aparecido con información. No obstante el FBI no era tan incompetente como para olvidar que hace no mucho un tal John Berger había sido detenido tras el llamado de dos adolescentes campistas. Por eso finalmente interrogaron a Alcalá en relación al caso de Hover, y éste aceptó conocer a la chica pero nunca admitió haberla asesinado, por lo que, a falta de evidencias, el FBI tuvo que dejarlo tranquilo.
Poco después, el 16 de diciembre de 1977 la enfermera Georgia Wixted de 27 años fue encontrada muerta en su apartamento de Malibu. Wixted yacía sobre el frío suelo: tenía sus medias de nilón envueltas tan fuertemente en torno al cuello que las marcas habían quedado en el cartílago; su cráneo y su rostro habían sido martillados; sus genitales habían sido mutilados y los objetos de su bolso estaban esparcidos por todo el cuarto de baño.
Además los cajones del gabinete estaban abiertos y revueltos y no existían indicios de que la entrada hubiese sido forzada. La última vez que la vieron había estado con su novia (era lesbiana o bisexual) Barbara Gale; quien, al ver al día siguiente que Wixted no aparecía, se preocupó y, junto con algunos compañeros de trabajo, denunció su desaparición.
Jugando en “The Dating Game” tras matar a Charlotte Lamb:
Hasta el momento era manifiesto que los crímenes de Rodney presentaban un conjunto de patrones comunes, pero aún así nadie lo había visto con suficiente claridad.
Muestra de eso fue que, en marzo de 1978 durante el tiempo en que la Hillside Strangler Task Force estaba haciendo entrevistas a todos los delincuentes sexuales de la zona, Rodney fue interrogado pero no sospechaban que fuera un asesino, de manera que solo se lo acusó y se lo detuvo por portar una pequeña cantidad de marihuana. Aquello no era suficientemente grave, siendo así que Rodney pudo salir de la cárcel a finales de junio de ese mismo año.
Cuando Rodney Alcala salió de prisión, el deseo de sangre y sexo ardía en su trastornada mente como un volcán a punto de hacer erupción. Y pronto ese deseo criminal estalló, por lo cual, antes de finalizado el mes de junio, la bella Charlotte Lamb apareció muerta y desnuda en la lavandería del complejo de apartamentos en que vivía.
Charlotte Lamb era oriunda de Santa Mónica, tenía 32 años y había trabajado como secretaria legal. La visita de Rodney Alcala la había reducido a un cadáver cuyas marcas contaban (casi de seguro) la siguiente historia: Rodney la golpeó brutalmente con una pesada pieza de madera, la violó, le raspó el seno derecho, le agujereó las orejas, le laceró el área genital y la estranguló con un cordón, empleando tanta fuerza que le fracturó la tiroides.
Pasado el tiempo y como si nada hubiese sucedido, en septiembre de 1978 Rodney se presentó como concursante en el famoso show de Chuck Barris: The Dating Game. En lo que era una de las variantes del show, una chica preseleccionada debía escoger uno de tres hombres, teniendo que salir con el elegido, al menos en teoría.
En The Dating Game, Rodney mostró gran auto-confianza, simpatía, buen humor, una amplia y agradable sonrisa y una ligera y seductora picardía. La chica que debía elegir era Cheryl Bradshaw, y Rodney logró impresionarla con las susodichas cualidades y con el perfil que presentó de sí mismo como fotógrafo exitoso, fanático de las motocicletas y los saltos en paracaídas.
Finalmente Rodney fue el elegido, pero el premio que debía recibir nunca llegó, puesto que Cheryl canceló la cita debido a que había visto en Rodney algo “espeluznante” que la asustaba. Algo se ocultaba en el brillo demencial que alumbraba los ojos de Alcala, y ese “algo” era el reflejo de unos deseos tan oscuros como el negro que coloreaba los ojos del insospechado asesino.
Abusando nuevamente de una adolescente:
En febrero de 1979, Rodney Alcala recogió a una quinceañera autoestopista en el Condado de Riverside. Una vez que la tuvo en su coche, Rodney le propuso a “Monique H.” (pseudónimo de la adolescente) ir a su apartamento para tener sexo, y ésta aceptó. Tan a gusto parecía mostrarse la chica que incluso durmió en el apartamento de Rodney, aceptando a la mañana siguiente ir con él a las montañas para realizar una sesión de fotos en las que ambos aparecían simulando actos sexuales en determinadas posiciones.
Hasta cierto momento todo marchó bien, pero llegó un punto en que la chica empezó a sentirse asustada con las actitudes de Rodney. Entonces ella intentó escapar, pero gritó desesperadamente cuando él comenzó a golpearla, tras lo cual la ató y abusó sexualmente de ella.
Según confesaría después Rodney, él no tenía pensado hacer lo que hizo. En realidad él quería tener sexo con el consentimiento de la chica, pero eso solo fue posible al inicio y, cuando la situación se complicó por el miedo de Monique H., él perdió el control y la violó. Por eso no la mató y, tras abusar de ella, la subió en su coche y condujo hasta Riverside, donde dejó a la chica y ésta aprovechó para, desde un motel, llamar a la Policía y denunciar lo sucedido.
Posteriormente la Policía detuvo a Rodney, pero éste consiguió salir rápidamente ya que su madre pagó la fianza.
El asesinato de Jill Parenteau:
Katherine Bryant había sido novia de Jill Parenteau (era lesbiana o bisexual), una chica de 21 años que trabajaba como programadora en la época de las llamadas “tarjetas perforadas”. Según contó Katherine, ella y Jill habían conocido a Rodney cierta noche dentro de un club; y, como el diálogo fluyó, socializaron con él en más ocasiones.
Nunca se supo bien por qué, pero el 14 de junio de 1979 el cadáver de Jill apareció en su apartamento de Burbank. Lo último que supieron es que ese día no se presentó a trabajar (por eso fueron a ver si le había pasado algo) y que el día anterior había salido más temprano del trabajo para poder ir a un partido de béisbol.
Como sucedió con otras víctimas de Rodney, el cadáver de Jill estaba desnudo y presentaba signos de agresiones espantosas: tenía la cara y la cabeza salvajemente golpeadas, presentaba profundas heridas vaginales y rectales que evidenciaban un sádico abuso sexual, tenía el pecho lleno de arañazos y, como signo de una bestial estrangulación, una hemorragia masiva en la zona que abarca la tiroides, la laringe y la epiglotis.
El más infame de sus crímenes:
Corría la mañana del 20 de junio de 1979 en Huntington Beach cuando la niña Robin Samsoe de 12 años iba hacia su clase de ballet. Samsoe estaba apurada y le había pedido prestada una bicicleta amarilla a Schwinn, su mejor amiga. Sin embargo, ese día Schwinn perdió no solo a su bicicleta sino a su amiga Robin Samsoe.
En efecto, doce días después de la desaparición, el cadáver de Robin Samsoe fue encontrado en las estribaciones de Sierra Madre por el guardabosque William Poepke. El crimen había sido atroz: el pie izquierdo y algunas partes de las manos del cadáver estaban ausentes, la cabeza estaba separada del cuello y, cerca de uno de los zapatitos de la niña, yacía un cuchillo de cocina. La putrefacción del cadáver impidió saber si hubo o no violación, pero la naturaleza de los anteriores crímenes de Rodney permitía afirmar que lo más probable era que la niña hubiese sido violada…
Rodney Alcala siempre negó haber asesinado a Robin Samsoe, pero finalmente habría de declarárselo culpable de dicho crimen, en parte por la abundancia de testigos.
Sucedió así que Jackye Young (vecina de Robin Samsoe) contó que aquel 20 de junio había visto a un hombre extraño intentando convencer a la pequeña Samsoe y a su amiga Bridget Wilvert para que posasen en traje de baño (estaban jugando en la playa, cerca de los acantilados) y él las fotografiase. Lo escalofriante del caso fue que, cuando la Policía entrevistó a la señora Young y a Bridget Wilvert, ambas proporcionaron datos convergentes para la elaboración de un retrato robot que coincidía con el rostro de Rodney Alcala…
Complementariamente, Toni Esparza de 15 años y Joanne Murchland de 14, declararon posteriormente que, el 19 de junio de 1979, Alcala les había ofrecido marihuana y les había pedido que participasen en un concurso de fotos en bikini, confirmando así que esos días Alcala andaba haciendo fotos de menores en bikini dentro de Huntington Beach.
Pero lo peor de todo fue el testimonio de la guardabosque (del Bosque Nacional de Los Ángeles) Dana Crappa. En efecto, ella cuenta que ese 20 de junio de 1979 había visto a un hombre intentando llevar a una niña hacia un arroyo. Según dijo, el modelo de automóvil que el hombre conducía era un Datsun F10: exactamente el mismo modelo que en ese entonces usaba Rodney Alcala.
Arresto, juicio y condena:
El 24 de Julio de 1979 Rodney James Alcala fue arrestado en el apartamento de sus padres en Monterey Park.
Al momento de su arresto, Alcala tenía alquilado un local de almacenamiento en Seattle, dentro del cual la Policía encontró cientos de fotos de mujeres jóvenes y niñas, además de una bolsa con objetos personales que aparentemente pertenecían a las víctimas.
Entre esos objetos estaban unos aretes de oro que, según la madre de Robin Samsoe, eran suyos aunque usados por su hijita. Para los criminalistas, toda esa colección de objetos de las víctimas equivalía a los trofeos del asesino.
Largo y tortuoso fue el juicio de Rodney Alcala. Por ejemplo, en 1980 se le condenó por el asesinato de Robin Samsoe, ratificándose la condena en 1986, anulándose posteriormente y reanudándose finalmente. Pero también el juicio de Alcala recibió gran atención por parte de los medios, convirtiéndose así en una suerte de espectáculo entre cuyos rasgos más llamativos estuvieron la presencia de Charlize Theron (quien interpretó a Aileen Wuornos en el film Monster) y la actuación de Rodney como su propio abogado (cambiando de tono según hablaba como acusado o abogado) en cierta etapa del juicio.
Pese a todas las complicaciones en el 2010 se llegó, sobre todo gracias a pruebas de ADN, a la resolución de que Rodney James Alcala era culpable de secuestro, de violación y de los asesinatos de Robin Samsoe, Jill Barcomb, Georgia Wixted, Charlotte Lamb y Jill Parenteau. La condena fue la pena de muerte, aunque actualmente Rodney permanece con vida en la prisión de San Quintin, pero sabiendo que sus días están contados.
Finalmente, algo que debe tenerse en cuenta es que la trascendencia de este asesino está no solo en las cinco víctimas confirmadas que tuvo, sino y quizá aún más, en el hecho de que casi seguramente sus víctimas no confirmadas son tantas que le colocan en posición de rivalizar con alguien como Ted Bundy.
Las principales de entre esas víctimas no confirmadas son Cornellia Crilley y Ellen Hover, quienes se han mencionado en este artículo como víctimas seguras debido tanto al pensamiento predominante de los investigadores como al hecho de que en el 2011 y el 2012 han salido a flote nuevas evidencias que han acercado mucho esos dos crímenes a la categoría de víctimas confirmadas.
Pero aparte de esas dos mujeres los criminalistas piensan que Alcala debió asesinar a aproximadamente unas 30 mujeres más, e inclusive algunos creen que la cifra podría ascender a 130. La razón de esto son las más de 500 fotografías que se encontraron, en las cuales aparecen mujeres jóvenes y adolescentes, muchas veces posando desnudas y en poses provocadoras. Así, la conjunción de eso con ciertas evidencias ha hecho pensar que muchas de las fotografiadas fueron víctimas de Alcala; sin embargo, debido al contenido sexual de las fotos, la Policía solo ha hecho públicas unas doscientas fotos.
Fuente: Escalofríos
Rodney James Alcalá nació un 23 de agosto de 1943 en San Antonio, Texas. Cuando tenía 12 años, su padre lo abandonó y, cinco años después, Rodney se inscribió en el Ejército de los Estados Unidos, desempeñándose como secretario.
Allí los test psicológicos mostraron que Rodney tenía la inteligencia de un genio (con un IQ entre 160 y 170), sin embargo esa brillantez intelectual estaba, como suele suceder, acompañada de anomalías que, en su caso, eran el trastorno de personalidad límite, el narcisismo, el “trastorno antisocial de personalidad” (gracias al cual nunca se integró bien con sus compañeros) y ciertas crisis que desembocaron en el hecho de que, pasados tres años en la milicia, Rodney fuese dado de baja por sufrir varios “ataques de nervios”.
Después de haber salido del Ejército, Rodney se metió a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA), donde terminó graduándose en 1968.
Violando a una niña de ocho años:
Fue ese mismo año de 1968 cuando Rodney cometió su primer crimen. Se trataba de Tali Shaphiro, una niña de apenas ocho años de edad que fue abordada por Rodney mientras se dirigía a la escuela.
Tras secuestrarla, Rodney la llevó a su apartamento y allí la golpeó, la violó e intentó estrangularla con una barra metálica de 4kg. La niña habría muerto si no fuese porque, cuando Rodney la subió al coche, un automovilista lo vio y posteriormente contactó a la Policía, posibilitando así que los agentes irrumpieran a patadas en el apartamento del monstruo, hallando a la pequeña Tali tirada en el suelo de la cocina, casi sin poder respirar y rodeada por un charco de sangre. Sin embargo no encontraron a Alcala, ya que éste se había escapado velozmente por la puerta trasera.
Todo lo que encontraron fueron abundantes fotografías, muchas de ellas de mujeres jóvenes. Alcala había huido y en poco tiempo estaría en New York, donde se matricularía (con los nombres de “John Berger” y “John Burger”) en la NYU Film School y estudiaría Cine con el afamado Roman Polanski.
El primer asesinato:
Fue el 12 de junio de 1971 cuando Rodney, supuestamente con el pretexto de ayudar a cargar cosas en la reciente mudanza, entró en el apartamento de Cornelia Michael Crilley de 23 años. Una vez adentro la violó y la estranguló con sus propias medias de nylon.
En el momento la Policía sospechó de Leon Borstein, el novio de Cornelia. Gracias a eso Alcala pudo librarse una vez más, tomando después (bajo el nombre de John Berger) un trabajo en un campamento cerca del lago New Hampshire Sunapee.
Pero el tiempo de tranquilidad de Rodney duró poco, ya que el FBI lo había puesto entre los diez más buscados y, mientras trabajaba en el campamento, dos chicas adolescentes se dieron cuenta de que el guía John Berger se parecía demasiado al criminal Rodney Alcala, presente en el cartel de los “Most Wanted” del FBI.
Fue así que arrestaron a Rodney por violar a Thali, aunque las leyes de California eran muy blandas en ese entonces, ya que ponían énfasis en la rehabilitación de los delincuentes sexuales en lugar de darles su merecido, por lo que Rodney apenas estuvo 34 meses, obteniendo finalmente una libertad condicional que rompió con su siguiente crimen.
Besos y marihuana con una chica de 13 años:
El deseo por gozar de una presa joven tenía mucha fuerza en Rodney, lo cual lo condujo a aprovechar su libertad condicional para secuestrar a una chica de 13 años (conocida con el pseudónimo de “Julie J.”) en Huntington Beach.
Así, Rodney aprovechó que la chica esperaba el autobús escolar para ofrecerle un viaje más rápido en su vehículo; pero, en lugar de llevarla a la escuela, la llevó a la playa de Bolsa Chica, donde la hizo ir hasta los acantilados para, una vez allí, besuquearla y forzarla a fumar marihuana.
Mas la chica logró efectuar una llamada de emergencia en un momento de distracción por parte de Rodney, consiguiendo con ello que los policías llegaran a tiempo para salvarla de fumar más marihuana y, quizá, terminar compartiendo algo más que besos con su abusador.
El caso de Ellen Hover:
Ellen Hover tenía 23 años y era hija de Herman Hover, dueño de Ciro, un prestigioso club nocturno de Hollywood. Sucedió así que, tras cumplir su breve condena por el episodio con Julie J., en el verano de 1977 Rodney aprovechó su libertad condicional para supuestamente visitar a sus familiares en Nueva York.
La realidad fue otra y el 15 de julio de 1977 fue el último día en que Ellen Hover fue vista. Según reveló su agenda, aquel día ella tenía planificada una cita con un tal John Berger…
Ante lo sucedido el padrastro de Ellen contrató a un detective privado y la familia de la chica pagó un anuncio en el New York Times, dentro del cual se solicitaba información sobre el tal John Berger…
Por su parte, para Rodney Alcala fue suficiente con adoptar su verdadero nombre y, tras dejar de llamarse “John Berger”, entrar a trabajar como tipógrafo en el periódico Los Angeles Times.
Entrevista con el FBI en medio de dos asesinatos:
Jill Barcomb era una fugitiva originaria de Brooklyn, perteneciente a una familia de once hijos y ex voluntaria de hospital y trompetista de su escuela secundaria. Ella fue recogida por Rodney en el Sunset Boulevard.
Jamás imaginó que aquel desconocido sería el responsable de que el 10 de noviembre de ese mismo año ella apareciera en medio de un terroso camino: desnuda, arrodillada (como si el cadáver hubiese sido intencionalmente puesto de ese modo), con la mitad superior de la cabeza aplastada por una gran roca, con una mordedura en el pezón derecho, graves lesiones anales (indicio de abuso sexual) y signos de haber sido estrangulada con un cinturón, con sus medias nilón y con sus propios pantalones. A esos macabros escombros había sido reducida Jill, una chica que apenas media cinco pies de altura (152.40 cm).
Entretanto el anuncio del NYT sobre John Berger no estaba dando resultados: nadie había aparecido con información. No obstante el FBI no era tan incompetente como para olvidar que hace no mucho un tal John Berger había sido detenido tras el llamado de dos adolescentes campistas. Por eso finalmente interrogaron a Alcalá en relación al caso de Hover, y éste aceptó conocer a la chica pero nunca admitió haberla asesinado, por lo que, a falta de evidencias, el FBI tuvo que dejarlo tranquilo.
Poco después, el 16 de diciembre de 1977 la enfermera Georgia Wixted de 27 años fue encontrada muerta en su apartamento de Malibu. Wixted yacía sobre el frío suelo: tenía sus medias de nilón envueltas tan fuertemente en torno al cuello que las marcas habían quedado en el cartílago; su cráneo y su rostro habían sido martillados; sus genitales habían sido mutilados y los objetos de su bolso estaban esparcidos por todo el cuarto de baño.
Además los cajones del gabinete estaban abiertos y revueltos y no existían indicios de que la entrada hubiese sido forzada. La última vez que la vieron había estado con su novia (era lesbiana o bisexual) Barbara Gale; quien, al ver al día siguiente que Wixted no aparecía, se preocupó y, junto con algunos compañeros de trabajo, denunció su desaparición.
Jugando en “The Dating Game” tras matar a Charlotte Lamb:
Hasta el momento era manifiesto que los crímenes de Rodney presentaban un conjunto de patrones comunes, pero aún así nadie lo había visto con suficiente claridad.
Muestra de eso fue que, en marzo de 1978 durante el tiempo en que la Hillside Strangler Task Force estaba haciendo entrevistas a todos los delincuentes sexuales de la zona, Rodney fue interrogado pero no sospechaban que fuera un asesino, de manera que solo se lo acusó y se lo detuvo por portar una pequeña cantidad de marihuana. Aquello no era suficientemente grave, siendo así que Rodney pudo salir de la cárcel a finales de junio de ese mismo año.
Cuando Rodney Alcala salió de prisión, el deseo de sangre y sexo ardía en su trastornada mente como un volcán a punto de hacer erupción. Y pronto ese deseo criminal estalló, por lo cual, antes de finalizado el mes de junio, la bella Charlotte Lamb apareció muerta y desnuda en la lavandería del complejo de apartamentos en que vivía.
Charlotte Lamb era oriunda de Santa Mónica, tenía 32 años y había trabajado como secretaria legal. La visita de Rodney Alcala la había reducido a un cadáver cuyas marcas contaban (casi de seguro) la siguiente historia: Rodney la golpeó brutalmente con una pesada pieza de madera, la violó, le raspó el seno derecho, le agujereó las orejas, le laceró el área genital y la estranguló con un cordón, empleando tanta fuerza que le fracturó la tiroides.
Pasado el tiempo y como si nada hubiese sucedido, en septiembre de 1978 Rodney se presentó como concursante en el famoso show de Chuck Barris: The Dating Game. En lo que era una de las variantes del show, una chica preseleccionada debía escoger uno de tres hombres, teniendo que salir con el elegido, al menos en teoría.
En The Dating Game, Rodney mostró gran auto-confianza, simpatía, buen humor, una amplia y agradable sonrisa y una ligera y seductora picardía. La chica que debía elegir era Cheryl Bradshaw, y Rodney logró impresionarla con las susodichas cualidades y con el perfil que presentó de sí mismo como fotógrafo exitoso, fanático de las motocicletas y los saltos en paracaídas.
Finalmente Rodney fue el elegido, pero el premio que debía recibir nunca llegó, puesto que Cheryl canceló la cita debido a que había visto en Rodney algo “espeluznante” que la asustaba. Algo se ocultaba en el brillo demencial que alumbraba los ojos de Alcala, y ese “algo” era el reflejo de unos deseos tan oscuros como el negro que coloreaba los ojos del insospechado asesino.
Abusando nuevamente de una adolescente:
En febrero de 1979, Rodney Alcala recogió a una quinceañera autoestopista en el Condado de Riverside. Una vez que la tuvo en su coche, Rodney le propuso a “Monique H.” (pseudónimo de la adolescente) ir a su apartamento para tener sexo, y ésta aceptó. Tan a gusto parecía mostrarse la chica que incluso durmió en el apartamento de Rodney, aceptando a la mañana siguiente ir con él a las montañas para realizar una sesión de fotos en las que ambos aparecían simulando actos sexuales en determinadas posiciones.
Hasta cierto momento todo marchó bien, pero llegó un punto en que la chica empezó a sentirse asustada con las actitudes de Rodney. Entonces ella intentó escapar, pero gritó desesperadamente cuando él comenzó a golpearla, tras lo cual la ató y abusó sexualmente de ella.
Según confesaría después Rodney, él no tenía pensado hacer lo que hizo. En realidad él quería tener sexo con el consentimiento de la chica, pero eso solo fue posible al inicio y, cuando la situación se complicó por el miedo de Monique H., él perdió el control y la violó. Por eso no la mató y, tras abusar de ella, la subió en su coche y condujo hasta Riverside, donde dejó a la chica y ésta aprovechó para, desde un motel, llamar a la Policía y denunciar lo sucedido.
Posteriormente la Policía detuvo a Rodney, pero éste consiguió salir rápidamente ya que su madre pagó la fianza.
El asesinato de Jill Parenteau:
Katherine Bryant había sido novia de Jill Parenteau (era lesbiana o bisexual), una chica de 21 años que trabajaba como programadora en la época de las llamadas “tarjetas perforadas”. Según contó Katherine, ella y Jill habían conocido a Rodney cierta noche dentro de un club; y, como el diálogo fluyó, socializaron con él en más ocasiones.
Nunca se supo bien por qué, pero el 14 de junio de 1979 el cadáver de Jill apareció en su apartamento de Burbank. Lo último que supieron es que ese día no se presentó a trabajar (por eso fueron a ver si le había pasado algo) y que el día anterior había salido más temprano del trabajo para poder ir a un partido de béisbol.
Como sucedió con otras víctimas de Rodney, el cadáver de Jill estaba desnudo y presentaba signos de agresiones espantosas: tenía la cara y la cabeza salvajemente golpeadas, presentaba profundas heridas vaginales y rectales que evidenciaban un sádico abuso sexual, tenía el pecho lleno de arañazos y, como signo de una bestial estrangulación, una hemorragia masiva en la zona que abarca la tiroides, la laringe y la epiglotis.
El más infame de sus crímenes:
Corría la mañana del 20 de junio de 1979 en Huntington Beach cuando la niña Robin Samsoe de 12 años iba hacia su clase de ballet. Samsoe estaba apurada y le había pedido prestada una bicicleta amarilla a Schwinn, su mejor amiga. Sin embargo, ese día Schwinn perdió no solo a su bicicleta sino a su amiga Robin Samsoe.
En efecto, doce días después de la desaparición, el cadáver de Robin Samsoe fue encontrado en las estribaciones de Sierra Madre por el guardabosque William Poepke. El crimen había sido atroz: el pie izquierdo y algunas partes de las manos del cadáver estaban ausentes, la cabeza estaba separada del cuello y, cerca de uno de los zapatitos de la niña, yacía un cuchillo de cocina. La putrefacción del cadáver impidió saber si hubo o no violación, pero la naturaleza de los anteriores crímenes de Rodney permitía afirmar que lo más probable era que la niña hubiese sido violada…
Rodney Alcala siempre negó haber asesinado a Robin Samsoe, pero finalmente habría de declarárselo culpable de dicho crimen, en parte por la abundancia de testigos.
Sucedió así que Jackye Young (vecina de Robin Samsoe) contó que aquel 20 de junio había visto a un hombre extraño intentando convencer a la pequeña Samsoe y a su amiga Bridget Wilvert para que posasen en traje de baño (estaban jugando en la playa, cerca de los acantilados) y él las fotografiase. Lo escalofriante del caso fue que, cuando la Policía entrevistó a la señora Young y a Bridget Wilvert, ambas proporcionaron datos convergentes para la elaboración de un retrato robot que coincidía con el rostro de Rodney Alcala…
Complementariamente, Toni Esparza de 15 años y Joanne Murchland de 14, declararon posteriormente que, el 19 de junio de 1979, Alcala les había ofrecido marihuana y les había pedido que participasen en un concurso de fotos en bikini, confirmando así que esos días Alcala andaba haciendo fotos de menores en bikini dentro de Huntington Beach.
Pero lo peor de todo fue el testimonio de la guardabosque (del Bosque Nacional de Los Ángeles) Dana Crappa. En efecto, ella cuenta que ese 20 de junio de 1979 había visto a un hombre intentando llevar a una niña hacia un arroyo. Según dijo, el modelo de automóvil que el hombre conducía era un Datsun F10: exactamente el mismo modelo que en ese entonces usaba Rodney Alcala.
Arresto, juicio y condena:
El 24 de Julio de 1979 Rodney James Alcala fue arrestado en el apartamento de sus padres en Monterey Park.
Al momento de su arresto, Alcala tenía alquilado un local de almacenamiento en Seattle, dentro del cual la Policía encontró cientos de fotos de mujeres jóvenes y niñas, además de una bolsa con objetos personales que aparentemente pertenecían a las víctimas.
Entre esos objetos estaban unos aretes de oro que, según la madre de Robin Samsoe, eran suyos aunque usados por su hijita. Para los criminalistas, toda esa colección de objetos de las víctimas equivalía a los trofeos del asesino.
Largo y tortuoso fue el juicio de Rodney Alcala. Por ejemplo, en 1980 se le condenó por el asesinato de Robin Samsoe, ratificándose la condena en 1986, anulándose posteriormente y reanudándose finalmente. Pero también el juicio de Alcala recibió gran atención por parte de los medios, convirtiéndose así en una suerte de espectáculo entre cuyos rasgos más llamativos estuvieron la presencia de Charlize Theron (quien interpretó a Aileen Wuornos en el film Monster) y la actuación de Rodney como su propio abogado (cambiando de tono según hablaba como acusado o abogado) en cierta etapa del juicio.
Pese a todas las complicaciones en el 2010 se llegó, sobre todo gracias a pruebas de ADN, a la resolución de que Rodney James Alcala era culpable de secuestro, de violación y de los asesinatos de Robin Samsoe, Jill Barcomb, Georgia Wixted, Charlotte Lamb y Jill Parenteau. La condena fue la pena de muerte, aunque actualmente Rodney permanece con vida en la prisión de San Quintin, pero sabiendo que sus días están contados.
Finalmente, algo que debe tenerse en cuenta es que la trascendencia de este asesino está no solo en las cinco víctimas confirmadas que tuvo, sino y quizá aún más, en el hecho de que casi seguramente sus víctimas no confirmadas son tantas que le colocan en posición de rivalizar con alguien como Ted Bundy.
Las principales de entre esas víctimas no confirmadas son Cornellia Crilley y Ellen Hover, quienes se han mencionado en este artículo como víctimas seguras debido tanto al pensamiento predominante de los investigadores como al hecho de que en el 2011 y el 2012 han salido a flote nuevas evidencias que han acercado mucho esos dos crímenes a la categoría de víctimas confirmadas.
Pero aparte de esas dos mujeres los criminalistas piensan que Alcala debió asesinar a aproximadamente unas 30 mujeres más, e inclusive algunos creen que la cifra podría ascender a 130. La razón de esto son las más de 500 fotografías que se encontraron, en las cuales aparecen mujeres jóvenes y adolescentes, muchas veces posando desnudas y en poses provocadoras. Así, la conjunción de eso con ciertas evidencias ha hecho pensar que muchas de las fotografiadas fueron víctimas de Alcala; sin embargo, debido al contenido sexual de las fotos, la Policía solo ha hecho públicas unas doscientas fotos.
Fuente: Escalofríos
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