Ser la artista que más discos vende del mundo pone a Taylor Swift constantemente en el punto de mira. Y, por supuesto, la convierte en protagonista de mil y un conspiraciones disparatadas. Si hace algún tiempo era su supuesta condición de diosa aria y musa de los neonazis la que revolucionó las redes, ahora surge la última teoría difícil de creer que la vincula directamente con todo un clásico de las conspiraciones: El Satanismo.
Si fuese por las teorías conspiratorias que circulan por Internet, los misterios de nuestro mundo tendrían las explicaciones más extrañas y rocambolescas del mundo. Hace poco salían a la luz unas fotos que probarían que el rapero Tupac, a quién consideran el rey del género, estaría vivo y no habría fallecido en un cruento asesinato en 1996; también se dice que Beyoncé y Jay-Z podrían ser parte de los Illuminati, una organización secreta surgida entre los eruditos del siglo XVIII, que se dedica desde entonces a manejar el poder desde las sombras.
La que en su día fue la princesa del country y ahora posiblemente la cantante pop más famosa, no está exenta de críticas. El hecho de que sus relaciones sentimentales sean todas muy públicas o que sea una presencia constante en las redes sociales con sus amigas (algunos critican que todas esas llamadas amigas sean casualmente super-modelos, cantantes u otras actrices de cuerpos esculturales) no le ha ayudado demasiado.
Los fans y los medios de comunicación le han dado la espalda considerablemente tras su última ruptura sentimental con el actor británico Tom Hiddleston, con el que comenzó a salir justo tras su ruptura con el productor y DJ escocés Calvin Harris. La imagen de Swift no quedó demasiado bien parada, ya que la han acusado de haber organizado una gran farsa que tenía como único objetivo promocionarse a sí misma.
Así se ha popularizado una última teoría conspiratoria en las redes: Taylor Swift es un clon de la líder de culto satánico hecho por los Illuminati. Esta ridícula teoría surge tras la recuperación de una entrevista con la mujer que lidero la Iglesia de Satán, la sacerdotisa Zeena LaVey, con la que Swift tiene un extraordinario parecido físico. Pelo rubio platino, labios rojos, mirada felina. LaVey alcanzó estatus de icono pop con su aparición en una entrevista televisiva donde defendía sus creencias ante la incredulidad de la audiencia.
La teoría sin embargo no es nueva, ya que surgió en 2011. Los conspiradores creen que LaVey hizo un pacto con el Diablo para mantenerse joven eternamente y poder vivir una segunda vida como estrella del pop, una vez abandonó la iglesia en 1990 (los hay que incluso dicen que su último trabajo de estudio, '1989', es un guiño al último año que fue Sacerdotisa de Satán en la Iglesia). Otros dicen que las dos podrían tener algún tipo de parentesco, dado su parecido físico; pero los más paranoicos achacan todo esto a los Illuminati, que podrían haber clonado a LaVey, creando a Swift para lograr conquistar el mundo del famoseo.
Zeena LaVey es ahora Zeena Schreck, y reside en Berlin. Trabaja como artista y creativa, pero se mantiene alejada del mundo del cultismo (renunció al satanismo cuando dejó la Iglesia en 1990, convirtiéndose al Budismo Tibetano). Tuvo un hijo con tan solo 13 años, pero ningún miembro de su familia tiene contacto con ella.
El principal inconveniente para todo este embrollo es bastante relevante: Zeena LaVey Schreck no está muerta. Y, además, acabó renegando de la Iglesia de Satán fundada por su padre y salió de ella en 1990 para convertirse en sacerdotisa del Templo de Set, una iglesia budista. A Zeena, muy activa en redes, no parece hacerle demasiada gracia que le recuerden su pasado satánico ni que la vinculen con Taylor Swift e incluso la ex líder diabólica tuiteó sobre ello.
— Zeena Schreck (@Zeena_Schreck) September 12, 2016
La que, por ahora, no se ha pronunciado ha sido Taylor Swift. Quizás tengamos que esperar para interpretar su respuesta en la letra de alguna de sus canciones... pero, ¿qué podría decir?
Fuente: La Vanguardia
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