Alice Kyteler: La primera bruja irlandesa (La bruja de Kilkenny) - Nekromorty

Reciente

jueves, 21 de enero de 2021

Alice Kyteler: La primera bruja irlandesa (La bruja de Kilkenny)

En 1324, tras la muerte de su cuarto marido, Alice Kyteler fue acusada de brujería. Tras el proceso se convirtió en la primera condenada por brujería en Irlanda.
En esta época aún no habían empezado las grandes cacerías de brujas de los siglos XVI y XVII que tanta muerte e ignominia dejaron en Europa. Además, por norma general, la Iglesia católica no se tomaba muy en serio la brujería y demás parafernalia, pero sí que estaba muy atenta a la herejía.

Alice Kyteler nació en 1263 en el Condado de Kilkenny, en Irlanda. Heredera de una familia flamenca de comerciantes afincada en la zona.

En 1280 se casó por primera vez, con William Outlaw, un comerciante y prestamista local, con el que tuvo un hijo. William murió en extrañas circunstancias en 1302.

Ese mismo año se casa con Adam Le Blund, otro prestamista. Al poco de casarse son acusados de la muerte de William Outlaw, pero pronto los cargos fueron desestimados.

Para 1309 su segundo esposo ya había muerto y se casó con Richard Valle, terrateniente del Condado de Tipperary. Valle murió en 1316. Alice tuvo problemas con su hijastro por la herencia.

Para esta época, Alice Kyteler era una mujer muy rica, que despertaba envidias y pocas simpatías al dedicarse al negocio del prestamismo.

Alice empezó a tener problemas con el nuevo obispo de Ossory, en Kilkenny, Richard Ledrede, un cura muy moralista que recelaba de ella por ser mujer y por su dinero y sus buenas relaciones con la élite irlandesa.

Kyteler se casó por cuarta vez con el noble Sir John Le Poer en 1316. En 1324 Le Poer cayó enfermo y empezó a sospechar que estaba siendo envenenado, pero murió poco después.

Los hijos de Le Poer de su matrimonio anterior pronto acusaron a Kyteler de brujería, acusación a la que se unieron otros hijos de sus anteriores matrimonios.

Al parecer, los hijos de Le Poer entregaron al obispo Ledrede una serie de objetos que dijeron pertenecían a Kyteler y con lo que hacía brujería, tales como polvos satánicos, trozos de cuerpos de bebes sin bautizar o uñas de pies de cadáveres hervidos en la calavera de un ladrón.

Cómo sabían lo que era y cómo lo consiguieron no le importó mucho al obispo, con esto tenía suficiente para acusar a Alice Kyteler.

El obispo pidió al Canciller de Irlanda, Roger Outlaw, que la encarcelara, pero Kyteler tenía amigos poderosos e hizo que el Senescal de Kylkenny, Arnold le Poer, hermano de su recientemente fallecido marido, encerrara al obispo.

Al final hizo falta que el Lord Justicia de Irlanda, John Darcy, interviniese. Este le dio la razón al obispo, que fue puesto en libertad y comenzó el juicio contra Alice Kyteler.

El obispo Ledrede acusó a Kyteler de cometer herejía, de relacionarse con demonios, incluso llegando a tener relaciones sexuales con uno, de hacer pócimas de amor y de veneno y de asesinar a sus maridos. Básicamente la acusó de ser una bruja.

Tras la muerte de su cuarto esposo, John Le Poer, en 1324, los hijos del hombre, así como los de los maridos anteriores de Alice, comenzaron a sospechar de ella.

De acuerdo al portal History Ireland, creían que la mujer había envenenado a sus padres, así como también indicaron que la mujer había recurrido a la hechicería para favorecer a su primgénito, William Outlaw, quien era alcalde de Kilkenny.

Y no sólo eso, ya que también fue acusada de negar la fe de Cristo y la Iglesia, presentándose el caso en 1324 ante el obispo Richard de Ledrede, quien a su vez informó de la situación al Canciller de Irlanda, Roger Outlagh.

Si bien se determinó su arresto, Alice utilizó sus influencias para impedir esto. Hay quienes creen que el propio canciller era -posiblemente- hermano del primer marido de la mujer.

Luego de algunos meses, una de las criadas de Alice, Petronila de Meath, fue víctima de torturas, confesando brujería. De paso, involucró a Kyteler, quien terminaría recibiendo una condena de muerte.

Decidida a cambiar su suerte, Alice se escapó antes de cumplir su sentencia. Se cree que huyó hacia Inglaterra. Nunca más se supo de ella, ya que no volvió a aparecer en los registros contemporáneos.

El obispo, por su parte, continuó con sus seguidores de clase baja, emitiendo cargos de brujería también contra ellos.

En tanto, Petronila terminaría siendo quemada en la hoguera en noviembre de 1324, mientras que su hija huyó con Alice.

William Outlaw, hijo de Kyteler, también sería acusado de herejía, adulterio y usura, entre otros cargos. Tras “retractarse”, fue obligado a escuchar tres misas diarias durante un año, y debió alimentar a pobres.

Es importante precisar que este fue uno de los primeros casos de brujería en Europa y que tuvo gran connotación porque fue seguido atentamente durante la elección del Papa Juan XXII, quien agregó la brujería a la lista de las herejías.

              Bio Bio Chile

No hay comentarios:

Publicar un comentario