El manual básico del perfecto hijo de puta - Nekromorty

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jueves, 24 de septiembre de 2020

El manual básico del perfecto hijo de puta

Ser un hijo de puta no es fácil, hay personas que se pasan años intentando serlo con decepcionantes resultados, una educación equivocada, unos padres inadecuados o un entorno social poco facilitador pueden llegar a influir en que alguien no sea capaz de desarrollar una cualidad a todas luces imprescindible.
En este breve extracto ofrecemos algunas reglas esenciales para llegar a ser un hijo de puta de los grandes en el plazo máximo de una semana.

La primera regla es la más sencilla y a la vez la más esencial: Nunca contrastes una información. En este manual observaras que cada contenido teórico será relacionado con un caso práctico para hacer más viable el aprendizaje. De este modo, si alguien nos viene con una información sobre un tercero –si es mala, mucho mejor–, nosotros la escucharemos, la almacenaremos y prometeremos no contársela a nadie. Un incauto pensaría que la mejor actuación posible es llamar a la persona interesada y verificar si lo que han contado es cierto. ERROR. Un hijo de puta no llama para contrastar una información, se la guarda, le da vueltas, le quita la parte aburrida, le añade morbo y datos escabrosos y deja el relato listo para ser transmitido a otra persona. Cabe matizar en este punto que si la información es relativa a una enfermedad, mejor que mejor.

La primera regla entronca directamente con la segunda: Difunde un rumor. Tenemos una información determinada, pero tiene la desventaja de ser incompleta, aburrida o le falta de lo que los hijos de puta llaman “chicha”. ¿La transmitimos tal cuál? Ni mucho menos, un hijo de puta la adorna, a la manera que hemos visto en la regla uno. ¿Resulta que directamente no tenemos información? Por ejemplo, sabemos que cierta persona ya no está en un trabajo. Pues bien, cuando estemos tomando café contaremos a nuestras amistades que lo han despedido, que al parecer metió la mano en la caja de su trabajo, y que ahora están de juicios y que si se ven así es por malas personas, por andrajosos y arribistas. Difundir un rumor tiene una regla básica: Debemos añadir una coletilla al terminar de contarlo “que esto no salga de aquí”. Los hijos de puta llaman a los hijos de puta, y gracias a este sencillo truco tenemos garantizado que el rumor se extenderá en pocas horas.

La tercera regla para ser un hijo de puta es creerte siempre por encima de los demás. Esto es elemental, la altura de miras es importantísima. Si un aspirante a  hijo de puta no entiende que su opinión es siempre la válida, que los demás siempre están equivocados y que él preside el único trono  y porta el verdadero cetro de la superioridad moral, habrá fracasado en su tarea.

La cuarta regla es transversal a todas las demás: Hay que ir siempre por la espalda. Nunca vayas de cara con el objeto de tu hijoputez, nunca le hables claro ni le tengas maneras. Tienes que despistar: Dispón una actitud conciliadora, amable, sosegada, alegre y feliz. Eso sí, en cuanto esa persona se dé la vuelta, despliega todo tu arsenal de maledicencia, de mentiras, de invenciones y de comentarios ácidos. Habla mal de esa persona donde sea y con quién sea, y si puedes perjudicarla en lo profesional además de en lo personal mejor que mejor. Tu objetivo no es sólo infundir dudas sobre su fidelidad a la pareja, sino de su desempeño en su trabajo.

Es ciertamente curioso comprobar que lo que realmente le gusta a muchas personas es ser despreciables. Ellos practican el hijoputismo: Todo un modo de vida que además, resulta muy rentable. Aquí les presentamos ademas algunos consejos, desde nuestro humilde punto de vista, para intentar ser alguien en la vida. Para ser todo un hijo de puta. Con mucho estilo.

1. No seas agradable. Nunca, bajo ningún concepto, hagas un comentario positivo sobre alguien. El despotismo y el desdén deben ser el motor que guía tu vida social. Puedes elevar su autoestima, hacerle feliz y conseguir que sonría. Tu envidia y tu amargura se resentirían. Y eso no es propio de un hijo de puta consumado.

2. No respetes las normas. Las colas, los turnos… Eso es para otros. Para seres inferiores que no tienen tu arrojo y valor para jugarse la vida colocándose el primero. Muy importante: Si tienes perro NUNCA recojas sus cagadas, y si es posible, intenta que las defeque en un lugar de mucho paso (como las puertas de los colegios o de las iglesias, esos lugares son perfectos).

3. No seas educado. Ni “hola” ni “adiós”. Mucho menos un “buenos días”. El “por favor” y el “gracias” deben ser desterrados de tu vocabulario ya mismo. ¿Dónde se ha visto que la buena educación sirva para algo?

4. Roba. Lo que puedas, cuando puedas, de la manera que puedas. Ahora es tendencia desviar fondos públicos, pero siempre puedes estafar a menor escala, a Hacienda o incluso cobrar paro y tener trabajo (en B, obviamente). La opción de hacer carrera política se contempla en este epígrafe.

5. Miente. Pero no en plan “estás buenísima, ¿cuánto has adelgazado?” (y así, de paso, llamas a quien sea gordo con carácter retroactivo) No. Tiene que ser algo más estudiado. Una identidad falsa es lo mejor. Fingir que eres quien no eres, y si encima ejerces como tal, mucho mejor. El daño está asegurado.

6. Trepa. Usa influencias, las que sean, para conseguir tu objetivo. No dudes en pasar por encima de quien sea, aunque lo necesite mucho más que tú. Un puntito de corrupción da mucho glamour, tenlo muy en cuenta.

7. Atesora secretos ajenos. Hurga en su mierda, escarba en su pasado y guárdalo todo como oro en paño. No dudes nunca en usarlo en el momento en el que el beneficio para ti sea máximo y puedas joder al contrario de manera contundente, al estilo tsunami social, dejando su reputación por los suelos para los restos. Se lo merecerá por algo, tenlo claro, y no dudes: ¡Machaca!

8. Si tienes pareja, ignórala. Sistemáticamente. Nunca compartas nada con él/ella, ni le hagas partícipe de ninguna noticia, decisión, o acontecimiento importante de tu vida. Que se entere por la prensa. Hombre, por Dios…

9. Si además tienes ex (De verdad, es que la vida te trata muy mal. ¿Cómo vas a ser bueno? Imposible) Es fundamental que nunca le facilites la comunicación con sus hijos (si los hay) o que secuestres a su perro si sabes que le quiere más que a ti (lo que es casi seguro). Sepárale de sus amigos y habla pestes de él/ella. En el caso de que haya rehecho su vida, trata de meterte por medio. Vale todo.

A continuación, compartimos el siguiente extracto del libro en PDF titulado "¿Cómo Convertirse en un Hijo de Puta?" de Mauro Entrialgo Ibarrondo. Es una guía definitiva del universo de Herminio Bolaextra, un arsenal grueso de actitudes de alta peligrosidad social que suponen un método directo y eficaz para quien quiera tomar el ejemplo y convertirse en un auténtico hijo de puta.


Bien, estamos seguros que hay muchos más, pero creo que para empezar son más que suficientes. Y no dudes: Muchos han llegado lejos comportándose así. ¿Por qué no van a saborear ustedes también, las mieles del triunfo que otorga el perfecto hijoputismo?

Fuente: Piechita
              En Lo Alto Del Carajo

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