El gran obstáculo de América Latina para poder progresar son sus mismos habitantes, por su bucle constante de enaltecer lo malo y hacer cotidiano lo que debería ser castigado. Romantizar las miserias es el despropósito mas turbio y pesadillesco en la psique de los dementes de este continente, normalizar a los caudillos y a los lideres "mesiánicos" podría reflejar en cada uno de ellos una preocupante carencia de autoestima. Tal vez toque redactar una apreciación que quizá para muchos signifique el reproche más detestable de este mundo.
Nuestra historia se ha visto marcada de múltiples experiencias, lo mas perjudicial de todo esto es que nuestra sociedad antepone las adversidades antes que la misma esencia de superación, la conciencia latinoamericana ha muerto tras no educarse de las tragedias vividas por muy horrible que hayan sido. Es lamentable que muy pronto notará, gracias a sus decisiones, que la idea de una democracia real es una utopía y que los derechos humanos poco a poco se irán olvidando.
De esta manera, queda claro que el intelecto y el exabrupto son opuestos entre sí. Ante el desinterés por desarrollar el conocimiento, el colectivo procurará un guía que les ordene que pensar, que decir y que sentir, un tiranuelo que matará y torturará a centenares, a miles o, en el peor de los casos, a millones de personas inocentes. Por eso es muy necesario comprender que la moralidad termina donde empieza la pistola. Como diría Ayn Rand en una de sus reflexiones: "No existen pensamientos malvados, excepto uno: El negarse a pensar".
Pareciera que la gente se hubiese olvidado de la historia reciente, se quejan por ejemplo del sistema de libertad individual y del libre mercado, cuando la crónica de nuestras vidas nos ha demostrado que la otra cara de la moneda siempre ha sido muchísimo peor. Podemos asegurar, no porque no los contaron sino porque coexistimos con ella, que el comunismo propone esclavizar al hombre mediante la fuerza, y el socialismo mediante el voto. Es la misma diferencia que hay entre asesinato y suicidio.
La decadencia moral nos consume, debemos dar un giro a la tuerca y erradicar de nuestros corazones la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia, cada aspecto de la cultura occidental necesita un nuevo código ético -una ética racional- como condición previa para el renacimiento, es necesario una resurrección cultural para dejar todo esto atrás
Podríamos tener una economía fuerte, la educación mas avanzada, gozar de servicios básicos óptimos y de un mundo laboral competitivo con sueldos dignificantes, pero todo se diluiría como agua entre los dedos, mientras mantengamos la cultura de la mediocridad la ruina siempre prevalecerá. A pesar de todo, existe todavía un grupo que se resiste a claudicar, a ustedes les digo: ¿se sienten miserablemente indefensos y quieren rebelarse? Rebélense contra las ideas de sus maestros.
Al resto solo me queda confrontarlos, aquí en este mundo el ser humano afronta su alternativa básica, la de que puede sobrevivir en sólo una de dos formas: por el trabajo autónomo de su propia mente, o como un parásito alimentado por las mentes de los demás. ¿De qué forma quieres vivir tu futuro?
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